Cuando el arte se reinventa, la geografía también se vuelve un lenguaje.
Córdoba, octubre de 2025.
El Mercado de Arte Contemporáneo de Córdoba (MAC Córdoba) anunció una transformación profunda en su estructura y espíritu. Bajo la dirección curatorial de Sofía Torres Kosiba y Manuel Coll, la edición de este año abandona la división tradicional en zonas y adopta un modelo dinámico que busca reflejar el pulso federal del arte argentino. El lema “Sobre lo mercurial” no es una metáfora: es una declaración de movimiento, de adaptabilidad y de ruptura con los formatos estáticos que marcaron la historia de las ferias regionales.
El nuevo esquema se construye a partir de constelaciones. Cada una representa un universo creativo distinto: Crespo reúne a las galerías consolidadas; Bonino agrupa proyectos emergentes; Myriam Stefford articula obras transdisciplinarias; Constelación de Ediciones conecta arte y publicaciones, mientras que Orbital da espacio a talleres, instalaciones y experiencias en tiempo real. Este rediseño no solo busca dinamismo sino también una democratización simbólica, en la que artistas y curadores interactúan en horizontalidad con el público.
El jurado seleccionó sesenta galerías de más de noventa postulantes, con una regla inédita: al menos cuarenta por ciento de los espacios debía pertenecer a la provincia de Córdoba, incluyendo localidades como La Calera, Agua de Oro, Mendiolaza y Alta Gracia. La medida marca un punto de inflexión en la política cultural argentina, que históricamente concentró la visibilidad artística en Buenos Aires.
Desde Europa, analistas culturales han leído el nuevo modelo cordobés como un síntoma global: las ferias de arte regionales buscan reinventarse frente a la saturación del circuito internacional. En América Latina, críticos brasileños y peruanos destacaron la inclusión de galerías del interior como una respuesta al centralismo del mercado. Y desde Asia, observatorios culturales de Japón y Corea del Sur identifican en el MAC un ejemplo de resiliencia pospandémica: descentralizar para sobrevivir.
El programa educativo también crece. Este año, el espacio Orbital servirá como sede del primer encuentro nacional de ferias de arte, con talleres, charlas y laboratorios abiertos sobre modelos cooperativos de gestión cultural. Las autoridades municipales remarcaron que el objetivo es convertir la feria en un nodo de aprendizaje ciudadano, no solo en un punto de compraventa de obras.
La arquitectura del predio se integrará al relato artístico: grandes instalaciones recibirán al público en los accesos principales, subrayando la idea de que el arte también se experimenta a escala espacial. Los curadores afirman que buscan reemplazar la distancia académica por el diálogo vivo. “Imaginamos una feria que respire, que provoque encuentros en lugar de discursos”, explicó Torres Kosiba al presentar el plan general.
La reorganización de MAC Córdoba llega en un momento de redefinición global del mercado del arte. Mientras las grandes capitales intentan sostener ferias multimillonarias, el modelo cordobés apuesta por la densidad local, la circulación de conocimiento y la creación de nuevas audiencias. No se trata de competir con las megaciudades, sino de trazar otra cartografía: la del arte que nace lejos del centro, pero que no deja de irradiar hacia él.
Si logra consolidarse, MAC Córdoba podría convertirse en un laboratorio latinoamericano de innovación cultural. En tiempos donde el mercado dicta tendencias, su gesto es político: devolver al arte la capacidad de reinventar las formas de encuentro.
La narrativa también es poder. / Narrative is power too.